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Moisés y el Éxodo


Moisés y el Éxodo – "Deja Ir a Mi Pueblo"
Entre los detalles del relato bíblico de Moisés y el Éxodo que se señalan como posibles contradicciones en la Biblia están los detalles del mandato de Dios de "deja ir a Mi pueblo"-- como le fuera declarado a Faraón por Moisés y Aarón.

¿Era esta una pequeña excursión de fin de semana? ¿unas vacaciones prolongadas o una partida definitiva? ¿Era para ofrecer sacrificios a Dios? ¿para "servirle" o para dejar Egipto de un todo? Y luego, ¿estaban prometiendo irse sólo por tres días y regresar? ¿abandonar de un todo la tierra o estaba el Monte Sinaí a sólo tres días de donde vivían en Egipto? Y además, ¿qué era eso de los panes sin levadura -- la observancia de siete días (no de tres días) que fue agregada a mitad del Éxodo?

Algunos críticos han utilizado todos estos detalles aparentemente contradictorios para cuestionar la confiabilidad de Moisés y del Éxodo en la Biblia. Pero ¿existe una manera de reconciliarlos en un relato unificado, confiable e histórico?


Moisés y el Éxodo – Una Revisión del Relato Bíblico
Sin demasiados detalles, revisemos algunas de las afirmaciones acerca de Moisés y el Éxodo. Primero y principal, cuando Dios habló inicialmente con Moisés, en la zarza ardiendo del Monte Sinaí, en Midián, Él le dijo a Moisés que Su objetivo final era que los hebreos regresaran a ese Monte y le "sirvieran." La palabra "servir" aquí es la misma palabra utilizada en relación al papel de los hebreos como esclavos de Faraón. En otras palabras, para el momento en que los hebreos regresaran al Monte Sinaí, en Midián, estarían en condición de "servir" a Dios de la misma manera en que habían estado sirviendo a Faraón por 400 años, como absoluta propiedad y posesión.

Pero más tarde, cuando Moisés y Aarón se enfrentaron por primera vez a Faraón acerca del estatus del pueblo escogido de Dios, la demanda de Dios era que dejara "ir" al pueblo de Dios para que pudieran celebrar una "fiesta" para Él en el desierto. Eso no suena como una salida de un todo de la tierra. ¿O sí? Es obvio, por la actitud posesiva de Faraón, que él sabía que los hebreos no podían servir a dos amos -- o dioses -- al mismo tiempo. Y Dios hizo todo lo necesario para asegurarse de que Faraón supiera el objetivo de Sus planes para los hebreos. A través de todo el relato del Éxodo, dos palabras hebreas distintas fueron utilizadas para indicar las intenciones de Dios (así como las de Faraón) para los hijos de Israel. La primera palabra es "shalach," la cual indica una partida o salida de un todo. La segunda palabra es "yalak," la cual significa "caminar" o "viaje breve". De acuerdo con el relato, el Faraón sabía claramente la diferencia, ya que trató de aferrarse a los hebreos en lugar de cedérselos a su Dios.

En la petición inicial de Moisés se utilizó la palabra para una completa partida, "shalach," ya que la celebración de una fiesta en honor al Dios verdadero sería una total ofensa para Faraón, el supuesto dios encarnado. Por supuesto, Faraón se negó. Más tarde, se le ofreció la opción de permitirle a los hebreos "yalak" (o viajar) por tres días y ofrecer "sacrificios" a su Dios. De nuevo, Faraón se negó. Quizás fue porque no esperaba que los hebreos regresaran, o quizás en realidad temía que el Dios de los hebreos fuese real y que respondiera a sus sacrificios con una liberación sobrenatural.

Así continuó, con Faraón haciendo juegos de palabras en contra del plan de Dios, y el prospecto de una partida definitiva siempre presente en la mente de Faraón y en el propósito de Dios. Como sabemos, finalmente Dios "motivó" a la fuerza a Faraón a ordenar la partida de los hebreos completamente fuera de la tierra (shalach), después de que Dios mostrara Su poder y Su prerrogativa mediante la compra por la Pascua de todos los primogénitos, incluyendo a todo Israel, el primogénito de Dios. De manera que el objetivo final de Dios fue cumplido mediante Faraón, no por su voluntad, sino en contra de ella.


Moisés y el Éxodo – La Caminata de Tres Días
Al examinar el relato de Moisés y el Éxodo, quizás todavía nos preguntemos: "¿Qué tenía que ver eso de la caminata de tres días, y el sacrificio, y la fiesta, si de todos modos Dios iba a sacarlos de un todo? ¿Dios sólo estaba intentando hacerle una treta a Faraón? Y ¿por qué añadió Dios la observancia de siete días de panes sin levadura, la cual leemos a la mitad de Sus instrucciones sobre la Pascua?"

Bien, no soy un experto, pero he aquí una posible perspectiva de todo el panorama. Si confiamos en las palabras de Dios en el Éxodo, tenemos que creer que realmente le ofreció a Faraón la opción de permitir la salida de los hebreos ("shalach") a tres días de camino fuera de Egipto propiamente dicho, a un área del desierto controlado por Egipto, para celebrar una fiesta a Dios por liberarlos de ser propiedad de Faraón. De allí habrían seguido a dondequiera que Dios los hubiera llevado como su nuevo Amo y Señor. A lo cual, por supuesto, Faraón dijo: "ni lo sueñen" -- o el equivalente en egipcio.

También se le ofreció a Faraón permitir que los hebreos recorrieran esa misma distancia en una peregrinación ("yalak") para ofrecer un sacrificio a Dios. ¿Qué sacrificio? Indudablemente, habría sido el mismo sacrificio que fue ofrecido en la Pascua, a fin de comprar su libertad y dejar de ser propiedad de Faraón mediante la sangre de un substituto. Y se puede asumir que el resultado final habría sido el mismo -- la salida por completo de Egipto.

En ambos escenarios-- a los que Faraón se negó -- el acontecimiento central que ocurriría durante esos tres días en el desierto era encontrarse con su Dios en ese lugar. Quizá eso era a lo que Faraón más temía -- o simplemente no creía. Pero de cualquier manera, la posibilidad de que los hebreos se encontraran con su Dios, a tres días de camino en el desierto era real, porque Dios le hizo genuinas ofertas a Faraón, a las que se negó. Lo mismo aplica para la posibilidad de una fiesta y un sacrificio.


Moisés y el Éxodo – La Fiesta de los Panes Sin Levadura
Entonces, ¿cuánto tiempo les llevó en realidad a los israelitas para salir completamente de Egipto -- para escapar completamente no sólo de ser propiedad de Faraón, sino también de su jurisdicción y poder militar? Ahí es donde encaja el período de panes sin levadura. La manera más fácil de entender la relación de la Fiesta de los Panes Sin Levadura con el Éxodo es leyendo Deuteronomio 16:3:

    "Siete días comerás pan sin levadura. . . pan de aflicción, porque aprisa saliste de la tierra de Egipto; para que todos los días de tu vida te acuerdes del día que saliste de la tierra de Egipto."
Según Éxodo 12, este período (o fiesta) de los panes sin levadura comienza con una "santa convocación" el primer día, la cual es la Pascua, y termina con una "santa convocación" el séptimo día. Durante todo este tiempo, los judíos deben comer sólo pan sin levadura, el que es llamado "pan de aflicción," debido a lo que sucedió cuando salieron de Egipto con extrema prisa -- NO por la aflicción de la esclavitud en Egipto, la cual es conmemorada en la Pascua; sino debido a las dificultades que experimentaron cuando salieron.

¿Confundido? No lo esté. Si revisamos todos los acontecimientos que rodean la Pascua a la luz de estos detalles, las cosas se aclaran bastante. Y usted puede verificar estos detalles en su Biblia -- allí están todos. Si leí correctamente el relato del Éxodo, la fiesta de los Panes Sin Levadura en realidad comienza el día después de la Pascua, lo cual no es la creencia más popular hoy, pero era el calendario observado por algunos líderes judíos por lo menos ya para el primer siglo. La Pascua, por supuesto, incluye panes sin levadura; pero la diferencia entre las dos observancias es que la Pascua generó el Éxodo, mientras que la fiesta de Los Panes Sin Levadura repite y conmemora el Éxodo.

De cualquier manera, el día siguiente comenzó con los hebreos reuniéndose y organizando -- una "santa convocatoria" -- para partir de Egipto, habiendo recibido de los egipcios toda clase de posesiones, que sin duda habría incluido animales de carga, carros, y otros utensilios que habrían sido de utilidad en el viaje. Y así partieron el "Primer Día" de su viaje, por el "Camino del Mar Rojo", o Golfo de Suez.

Al final del Primer Día, según Éxodo 12, esa noche acamparon en Sucot y cocieron toda la masa sin levadura que había preparado aprisa -- toda. ¿Cuánta fue? Bueno, me imagino que fue suficiente para satisfacer su hambre ese día, además de aproximadamente otros seis días. ¿Lo está entendiendo? Al día siguiente viajaron de Sucot a Etam al borde del desierto egipcio -- Segundo Día de viaje. De nuevo, acamparon allí, ya que la oscuridad les habría impedido seguir. Pero entonces sucedió algo muy interesante. En el tercer día (¿recuerda que eran tres días de camino en el desierto para encontrarse con su Dios?) el ángel de Dios iba delante de ellos en una columna de nube de día, y una columna de fuego de noche. Así como Él lo había indicado todo el tiempo -- tres días de camino, un sacrificio, y una "fiesta" en desarrollo, por así decirlo, y Dios está allí, justo a tiempo, tres días de camino, fuera de Egipto propiamente dicho, al borde del desierto egipcio.


Moisés y el Éxodo – Con Nube y Fuego
Lo interesante realmente acerca de este relato de Moisés y el Éxodo es la razón por la que Dios los condujo con nube y con fuego. De acuerdo con la Biblia, fue para que pudieran viajar "día y noche," aparentemente sin detenerse para acampar de nuevo, hasta el séptimo día de los panes sin levadura. ¡Imagínese las penurias! ¡Intente caminar casi veinticuatro horas al día, por tres o cuatro días, sin otra cosa en el menú aparte de galletas de soda sin sal! Ahora, en varios lugares a través de la Biblia se nos dan indicios acerca de la manera sobrenatural en que Dios ayudó a los hebreos a viajar extremadamente aprisa en ese entorno natural tan hostil. Por ejemplo, un pasaje parece indicar que Dios fortaleció sobrenaturalmente a toda la nación, para que no desfallecieran por el camino. Otro versículo declara que puso Su Espíritu sobre ellos para proporcionarles esa fuerza. Otras provisiones, según los Salmos y Primera de Corintios 10, fueron que los cubrió con una nube de humedad fresca, e hizo llover abundantemente para sustentarlos. Y, por supuesto, tuvieron la luz sobrenatural de la columna de fuego para alumbrarles el camino en la oscuridad de las noches del desierto. Aún así, la fatiga, el miedo, y el terror al ejército egipcio que seguía a los hebreos debieron haber sido intensos. Y esa dieta continua de panes sin levadura probablemente no ayudaba.

Finalmente, al cabo de seis días, los hebreos llegaron a la costa de yam suph -- el Golfo de Aqaba según Primera de Reyes 9 -- cercado por las montañas y el mar, con un contingente mortal de carros egipcios acercándose rápidamente. Al otro lado del mar estaba Midián (Arabia de hoy), y la seguridad. Pero en su lado del mar, la muerte era inminente. Allí fue cuando Dios acampó entre los hebreos todo un día -- otra santa convocatoria, y encima Shabbat (Sabbat). Dios descansó; los hebreos descansaron (no muy tranquilamente, me imagino); e incluso los egipcios descansaron -- lo cual le dio suficiente tiempo a Faraón para reconsiderar y regresar a Egipto.

Lo demás, como dicen, es historia. Esa noche Dios separó las aguas del Mar Rojo, los hebreos atravesaron más allá de toda jurisdicción egipcia hasta Midián, los egipcios los siguieron, Dios cerró las aguas, y el capítulo de la esclavitud egipcia en la historia de Israel finalmente terminó – justo como Dios lo había prometido. Y comenzó un nuevo capítulo en su relación con Dios.

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Cortesía de Ken y nuestros amigos de Drive Thru History. Derechos de autor 2011 - Todos los derechos reservados en el original.



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